viernes, 3 de noviembre de 2017

Reseña de Jade City, de Fonda Lee

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando el tema principal de la película El padrino en la versión de 2Cellos (Google Play, You Tube)

Jade City es una novela a la que llegué de forma inesperada y que ha sorprendido muy agradablemente por varios motivos. Por un lado, su autora Fonda Lee era totalmente desconocida para mí (pese a que tiene cierta fama como autora de literatura juvenil) y ha sido un más que interesante descubrimiento. Por otro, la original combinación de elementos de las historias de gangsters me ha parecido una excelente manera de aportar frescura a un género como el de la fantasía urbana que, en muchas ocasiones, peca de repetitivo y formulaico. 

La acción de Jade City se sitúa en la ciudad de Janloon, en la isla de Kekon, único lugar del mundo donde se puede encontrar una variedad de jade capaz de amplificar poderes sobrenaturales de percepción, velocidad, fuerza… a aquellos que poseen predisposición genética para ello (los llamados Green Bones) si, además, siguen un riguroso proceso de entrenamiento. La ciudad está dominada por dos clanes mafiosos rivales: No Peak, dirigido por los Kaul, y Mountain, comandado por la familia Ayt. Ambas familias lucharon juntas en la guerra de independencia de Kekon, pero posteriormente se separaron formando grupos enfrentados por el dominio de la producción de jade y el control de los negocios locales.

Con este telón de fondo, Lee maneja una historia formada por varias tramas paralelas, con gran nivel de detalle y con una planificación bien pensada y organizada, de manera que cuando los distintos hilos se van juntando, el lector descubre la relevancia de muchos elementos que parecían menores. El sentido de tensión también se maneja adecuadamente y va in crescendo, desde unos capítulos introductorios en los que se presenta el mundo y los personajes hasta un tramo final en el que se desata (y se resuelve parcialmente) el conflicto que se viene preparando desde el comienzo del libro. 

Pero quizá lo más destacado de la novela es el manejo de los personajes, que son tridimensionales, creíbles y totalmente coherentes en sus motivaciones y acciones. Se trata de personajes muy humanos pero carismáticos, con virtudes y defectos, puntos fuertes y debilidades, que se ponen de manifiesto en su relación con el resto de protagonistas y cuando se ven enfrentados a dilemas morales y a problemas y situaciones difíciles. Mención aparte requiere el interesante tratamiento de los conflictos internos que tienen algunos personajes (especialmente Anden y Bero) por la dependencia y los problemas mentales que puede causar el uso del jade. 

La trama de intrigas y luchas por el poder también es muy interesante, con un tono que recuerda a obras como El padrino o, en menor escala, Juego de tronos (en cuanto a las dinastías familiares y sus enfrentamientos). Las escenas de lucha no son muy abundantes, pero su coreografía es sugerente y adecuada. 

La autora también ha hecho un esfuerzo considerable en la creación de un mundo completo, algo que se deja notar para bien en detalles que se mencionan casi de pasada (nombres de marcas de automóviles o armas, detalles sobre la economía, geografía, la historia o la tradición del mundo…). Además, y aunque varias de las tramas abiertas se cierran adecuadamente en este volumen, quedan suficientes frentes abiertos para que las previsibles continuaciones (da la impresión de que se trata de la primera entrega de una trilogía) sean muy interesantes, con lo que el lector que disfrute de Jade City esperará con ganas más libros de la serie.

Un aspecto negativo es que el factor fantástico no está del todo aprovechado. Aunque el jade proporciona unos poderes fabulosos a los Green Bones, en la práctica son usados más bien poco y se restringen a momentos puntuales de luchas.  Algo similar sucede con algunos personajes secundarios (especialmente con los femeninos, como Maik Wen o Ayt Mada) que tienen mucha menor cuota de pantalla de la que merecerían y sólo aparecen cuando es conveniente para el avance de la trama (quizá cobren mayor relevancia en futuras entregas). Otro inconveniente es el que ritmo no es especialmente vivo. El libro es largo y, aunque nunca pierde el interés, para algunos lectores podría hacerse pesado por la poca abundancia de escenas espectaculares o momentos clave en el desarrollo de la trama. 

Pese a todo, y como decía al principio, Jade City es una novela que me ha sorprendido muy positivamente y que recomiendo a todo aquel que busque una obra de fantasía urbana que se salga de lo habitual. Se trata de una obra sólida, original y con un destacable manejo de los personajes y me alegro mucho de haber tenido la oportunidad de leerla y descubrir con ella a una autora más que interesante.

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