miércoles, 23 de diciembre de 2015

Slade House, de David Mitchell

Review Soundtrack: Sugiero leer esta reseña escuchando Novocaine for the Soul, de The Eels (Spotify, YouTube). 

No suelo leer demasiados libros de terror, pero la sinopsis de Slade House (una casa encantada que sólo aparece en determinadas ocasiones) combinada con el hecho de que el autor fuera David Mitchell hicieron que me interesara casi de inmediato. Y, de hecho, esta corta novela me ha parecido una lectura incluso más satisfactoria que la más larga y compleja (pero también ligeramente decepcionante) El atlas de las nubes.

Como se puede esperar de casi cualquier obra de Mitchell, la forma de Slade House es casi tan importante como su contenido. En este caso, la novela está formada por cinco relatos o novelas cortas, cada una situada nueve años en el futuro con respecto a la anterior, cada una contada en primera persona por un narrador diferente, y todas ellas entrelazadas por medio de personajes que reaparecen y por la presencia de la misteriosa mansión del título.

Sin embargo, en esta ocasión la estructura no es tan intrincada como en otros libros de Mitchell. En realidad, la trama es bastante lineal en las cinco novelas cortas, haciendo que sean un tanto predecibles tras haber leído un par de ellas, pero también transformando la experiencia en una especie de juego en el que el lector tiene que adivinar que descubrir cuáles son los elementos en común entre un capítulo y los anteriores. También hay algunas conexiones con The Bone Clocks, por ejemplo, pero se puede disfrutar perfectamente de Slade House incluso, como es mi caso, sin haber leído esa otra novela.


La mayor virtud de Slade House es, por tanto, cómo Mitchell consigue volver a contar varias veces lo que es básicamente la misma historia, haciéndola diferente cada vez. Y lo consigue, principalmente, porque las voces de los narradores son memorables y diferentes en todas y cada una de las novelas cortas. Me han gustado especialmente los protagonistas de la primera y la tercera, pero todos ellos están extremadamente bien desarrollados y son completamente tridimensionales.

El libro también tiene algunos fallos menores. Como mencioné más arriba, después de leer el primer par de capítulos, es bastante fácil adivinar los giros de la trama. Además, en las últimas historias hay algunas explicaciones, bastante largas, que me parecieron francamente innecesarias ya que incluso un lector no demasiado atento (como servidor) ya habrá entendido perfectamente a esas alturas el funcionamiento básico de la Casa.

En cualquier caso, he disfrutado mucho con la lectura de Slade House y, lo que es casi más importante, la novela ha hecho que me entren muchas de leer The Bone Clocks a no mucho tardar. Por todas estas razones, recomiendo sin reservas Slade House si estáis buscando una buena y sólida historia de casas encantadas con personajes carismáticos y personajes bien construidos. Estoy seguro de que no os arrepentiréis de entrar en esta Casa. 

2 comentarios:

  1. Me encanta David Mitchell desde que leí El Atlas de las nubes, hace ya muchos años y que como supondrás no me decepcionó para nada, jeje. En la agenda queda esta Slade House. Además, las últimas suyas que he leído, El bosque del Cisne Negro, y hace un par de meses Mil otoños, aunque muy bien escritas, me parecieron quizá demasiado convencionales tras sus dos primeras novelas y me dejaron con ganas de guerra, que aquí parece que encontraré.
    Saludos.

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  2. No he leído esas dos que mencionas y no puedo hacer la comparación, pero no te esperes demasiada guerra aquí tampoco. La trama es bastante convencional y la estructura no es, ni mucho menos, tan enrevesada como en El atlas de las nubes. Tienes sus cosas, sí, porque es Mitchell, pero no es de esas obras a las que tienes que estar dando vueltas durante días para intentar hacer encajar todas las piezas.

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